Ayer perdió el América y también muchas familias mexicanas, pues en muchos hogares se toman en serio esta frase y no solo los americanistas, sino en todo México y para que te des una idea: tan solo en Nuevo León se registran 510 denuncias por violencia intrafamiliar luego de un partido de fútbol.

Pero el problema está presente en todo el mundo, sobre todo en América: Un estudio de Luciana Etcheverry y Natália Tosi para el Banco Interamericano de Desarrollo en Brasil, señaló que los casos de violencia íntima de pareja aumentan en todo el mundo cuando hay partidos de fútbol.

Diferentes investigaciones que estudian la relación entre el fútbol y el aumento de la violencia doméstica, identifican tres elementos clave cuando se juega un partido: deporte, alcohol y patrones antiguos de masculinidades hegemónicas.

Te explico: el fútbol despierta muchas emociones tanto positivas como negativas en sus aficionados, de los cuales el 60% son hombres. En la mayoría de los partidos hay un aumento en el consumo de alcohol, lo que provoca que las personas actúen sin pensar en las consecuencias de sus actos.

Si tomas en cuenta que la mayoría de los hombres aprende que el enojo es una de las pocas emociones que pueden sentir y que solo pueden expresarlo usando la violencia (a esto se refiere la masculinidad hegemónica), tienes como resultado que las lesiones y muertes por violencia familiar en México, aumenten en un 5 y un 15% cuando el equipo favorito pierde el partido.

Así que, aunque parezca chiste, cuando pierde un equipo sí pierde una familia.