Los ornitorrincos no tienen estómago, su garganta está conectada directamente a sus intestinos, además, de adultos no tienen dientes, usan piedras para “masticar” a sus presas. Pero esto no es lo único que los hace únicos y diferentes.

Son uno de los animales que  a pesar de ser mamíferos, nacen de un huevo; las crías lamen la leche que las hembras la producen a través de su piel porque no tienen pezones. 

En cambio los machos son venenosos, tienen un espolón en sus patas que libera un veneno que no te puede matar, pero que provoca un dolor intenso.

Y además de todo, son fluorescentes. La piel del ornitorrinco muestra un brillo verde azulado cuando se la ilumina con una luz ultravioleta, un espectro de luz que no es visible al ojo humano.