La aparición de Rihanna en el show de medio tiempo del Super Bowl generó más de 10 millones de búsquedas en Google porque el regreso de la cantante es uno de los más esperados por los fans.

Lo que nadie se esperaba fue el anuncio de su segundo embarazo, el cual fue confirmado por sus representantes luego del evento.

La cantante inició el show de medio tiempo en una tarima flotante a 18 metros de alto cantando “Bitch Better Have My Money” encendiendo a la audiencia. Su espectáculo no tuvo cambios de escenografía ni de vestuario, estuvo acompañada por cerca de 100 bailarines y contó con música de apoyo.

Su presentación despertó opiniones divididas en redes sociales, muchas personas se quejaron diciendo que era “aburrida”, mientras que otras, defienden a la cantante. Pero las críticas no son sorpresa si se toma en cuenta que la industria de la música está dominada por hombres, la división de género es alrededor de un 70% hombres y un 30% mujeres.

Para que las mujeres triunfen y destaquen en la industria han tenido que trabajar más duro en sus presentaciones creando muchas expectativas alrededor de “cómo debe ser un concierto dado por una mujer”.

Y aunque Rihanna no tuvo 10 cambios de ropa, bailes sensuales o invitados, su espectáculo será uno de los más recordados de la historia porque…

Interpretó un popurrí de sus grandes éxitos de 17 años de carrera musical en solo 13 minutos; salió al escenario embarazada, en una tarima en lo alto de la yarda 50; vestida con un atuendo cómodo, completamente rojo y hasta le hizo publicidad a su marca de maquillaje.