Las abejas cumplen una función extraordinaria en nuestro ecosistema. Su tarea consiste en transportar el polen de una flor a otra, y con ello, miles de plantas pueden reproducirse, sobrevivir y producir los alimentos que los seres humanos consumimos. Un círculo perfecto que lamentablemente se ha visto afectado en los últimos años.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) dice que, entre otras cosas, las prácticas agrícolas intensivas, los cambios en los patrones climáticos, la contaminación del aire y el uso excesivo de productos agroquímicos han dañado el hábitat de las abejas y disminuido su población cercana a las 20 mil especies diferentes.

Alianzas apícolas

De ahí que organizaciones sociales como UBEES y una tradicional marca de champú centenaria conocida como Tío Nacho, se hayan dado a la tarea de realizar una alianza enfocada a la apicultura en Latinoamérica. -la técnica para criar abejas- a fin de polinizar más de 300 hectáreas y proteger a más de un millón de estos pequeños insectos desde Colombia y rumbo a toda Latinoamérica.

Esta alianza ha permitido la construcción de un laboratorio apícola en esa región para fortalecer a las comunidades agrícolas, a través de capacitaciones y talleres relacionadas con la apicultura regenerativa; el cuidado de las abejas y las ventajas en la productividad de los diversos cultivos. 

Aumentar la diversidad de los cultivos y de las explotaciones agrícolas regionales, así como la conservación, la gestión o la restauración de hábitats específicos, es una forma de combatir el cambio climático y promover la biodiversidad.